La periostitis tibial es un cuadro muy frecuente en personas que corren con asiduidad, se trata de una inflamación del periostio que envuelve la tibia (podríamos decir que es algo así como su funda). Aunque las causas pueden ser muy variadas, en muchas ocasiones está relacionado con un alto número de impactos (ya sea por zapatillas con mala amortiguación-desgastadas, sobreentrenamiendo etc.).
En esta ocasión haremos referencia a una causa bastante frecuente a propósito de un caso; hace unas semanas un paciente de unos 40 años de edad acudió a consulta después de haber pasado por otros tratamientos físicos según nos explicaba. Acudió a consulta aquejando dolor en ambas tibias en la zona más clásica donde se presenta la periostitis tibial, y además, dolor en la cara posterior de la pierna (¡ojo! no confundir con contractura aislada de gemelo-sóleo).
Durante la valoración advertimos entre otras cosas una sobretensión general en la cadena posterior y postero-externa, y en particular, en la región pelvitrocanterea que impone dificultades de alineación coxofemoral presentada rotación externa.
Podemos decir que en este caso el mecanismo natural de absorción de impacto durante la carrera estaba limitado en gran parte por esa restricción de movilidad. Trabajando la elasticidad y flexibilidad de esa zona (también se trabajó articulaciones del pie), el paciente notó una mejoría sustancial durante la actividad deportiva así como en la marcha.
Con este artículo queremos hacer una llamada no solamente al tratamiento, que ya saben que somos capaces de llevarlo a cabo con alto índice de éxito, sino también de la prevención. Las zapatillas de running no son eternas en vida útil, los entrenamientos deberán estar medidos en cantidad y calidad; somos conocedores que ahora acaba de arrancar la «operación bikini», y muchas personas salen a correr a la calle sin saber dónde están sus limitaciones, sin calentamientos previos o sin estiramientos posteriores. Hagan deporte, sí, pero siempre desde la responsabilidad de cada uno. Hay que conocer cómo está nuestro cuerpo y realizar los entrenamientos de manera gradual, de esta forma evitarán lesiones… De todos modos, si la lesión llama a sus puertas, ustedes llamen a las nuestras, serán tratados con la mayor de las profesionalidades.